Hoy, un amigo (a quien admiro y respeto muchísimo) entró al salón de clases y con una emoción incontenible me dijo: "¡me voy a cambiar de mención, ya no estudiaré Periodismo Impreso!"... yo bastante sorprendida le pregunté por qué había cambiado de opinión tan repentinamente si desde que comenzó a estudiar la carrera tenía clara la mención que iba a seleccionar... y me respondió: "fue por tí, tú me diste el empujón", al ver mi expresión de desconcierto prosiguió: "hace algunas semanas estábamos hablando de nuestras menciones y por qué las habíamos seleccionado (él, otros dos amigos y yo), y tu argumento me hizo reflexionar", él continúo explicándome e incluso citó mis palabras de manera textual (palabras que no recordé hasta ese momento)... y aunque hubiese preferido que estudiáramos la misma mención para seguir compartiendo en clases, me parece que tomó la decisión correcta porque en su caso (él es médico) resultará mucho más fácil fusionar ambas carreras... y tomando en cuenta nuestra base en Periodismo Impreso, estoy segura que de vez en cuando podrá publicar algún artículo en prensa sin ningún problema, así que no sólo podrá ejercer sus profesiones de manera paralela sino que también podrá dedicarle parte de su tiempo libre a una de sus más grandes pasiones, escribir.

Luego comenzó la clase y dejamos la conversación hasta allí, pero debo admitir que tuve problemas concentrándome en lo que decía el profesor, no podía dejar de pensar en cómo unas palabras que pronuncié tan a la ligera, palabras sin relevancia alguna...(era sólo mi opinión y todos "estábamos" seguros de lo que queríamos, así que simplemente justificábamos nuestra decisión)... ¿cómo?, ¿cómo podían haber significado tanto para él?...

...Las respuestas que se vinieron a mi mente sólo generaron más preguntas: ¿cuántas veces habrá sucedido esto?, ¿cuántas cosas habré "hecho" inconscientemente?, ¿cuántas personas habré herido sin darme cuenta?, ¿cuántas cosas buenas o malas habrán sucedido por algo que dije/hice?.

¿y tú?, ¿cuántas vidas habrás cambiado?.

Las palabras son un arma de doble filo; pueden llevarte al cielo o al infierno, pueden sanar o generar heridas mucho más profundas que las físicas, pueden cambiar vidas y también destruirlas, pueden cerrar puertas y abrir ventanas.

En estos momentos la frase de "tener cuidado con lo que decimos" no me parece suficiente, también debemos tener cuidado con lo que escuchamos... un comentario, gesto o expresión que para una persona puede carecer totalmente de significado y sustancia... para mí puede representar una respuesta, LA respuesta; así que antes de tomar una decisión impulsada por las palabras o acciones de alguien más, debemos pensar si realmente nos conviene, si realmente es lo mejor para nosotros y por qué.

Con respecto a lo que sucedió hoy con mi compañero puedo sentirme tranquila porque sé que pensó y analizó todas las posibilidades antes de tomar ésta decisión, la cual desde mi perspectiva (lo repito una vez más), me parece que fue bastante acertada.

El resto de mis preguntas creo que por los momentos se quedarán sin respuesta, es prácticamente imposible determinar cuan importante somos en la vida de aquellos que nos rodean, cuanta credibilidad tienen nuestras palabras y argumentos ante ellos y si de alguna u otra forma sus vidas han cambiado desde que aparecimos en ellas.

Antes de despedirme sólo tengo una cosa más que agregar:

Espero que las cosas positivas que hice y formaron parte de tu vida, superen a las negativas; espero que cuando no esté y el tiempo se haya encargado de sanar las heridas y borrar todo lo malo, pienses en mí... y todos, absolutamente todos los momentos que compartimos... se encarguen de dibujar una sonrisa en tu rostro.

Hasta pronto ;).